Condicionados a estudiar el cuerpo humano parte por parte, sin la intervención del hemisferio derecho, nos perdemos la posibilidad de captar su actual funcionamiento, su música; es indispensable, para conocernos no escindirse en observador y objeto observado, que evitemos conscientemente proyectar fuera nuestra facultad de conocer sin razonar atribuyéndosela a algún dios imaginario que nos parasite hasta volverse real; éste es el sentido verdadero del Mandamiento primero:
No tendrás otros dioses delante de Mí, que significa No proyectarás y también:
No te harás imagen de lo que hay arriba en el cielo, de lo que hay en la tierra o debajo de elladel Exódo bíblico.
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