Fornicar es algo más que someter al otro a prácticas que no quiere, implica dar por cierto que el pene tiene voluntad propia, que ha de ser saciada sin chistar.
No fornicarásquiere decir no admitirás otra voluntad fuera de la real, que incluye todos los actos, desde los espontáneos e imprevisibles, pasando por los habituales y automáticos hasta los más conscientes y deliberados. Evitarás así caer en actividades compulsivas (esclavitud) durante las cuales tu miedo fuera de control creará enemigos poderosos... y reales. El pene no tiene vida propia...a menos que tú lo creas. Recuerda:
Todo es posible para el que cree.
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